domingo, 15 de abril de 2018

HACER CAUSA COMUN CON EL MUNDO DE HOY - FORUM SOCIAL MUNDIAL

Otro mundo es posible.  Este nuevo mundo es el Reino del Padre.  Del 10-20 marzo, nos reunimos en Salvador de Bahia (Brasil)  para participar a dos Foros Sociales:  el Foro Social Mundial y el Foro Comboniano.  Somos cincuenta misioneras y misioneros y nos presentamos como “Comboni network” identificandonos como laicos, hermanas, hermanos, sacerdotes de la Familia Comboniana.  Somos de Africa:  Congo, Kenya, Sur Sudan, de Europa, America Latina y Estados Unidos.

La carta de “bienvenida” nos lleva a la Galilea de las Naciones:  “Salvador”  Tierra de resistencia negra, de culturas afrodescendientes, de camino comboniano a lo largo de las fronteras de la ciudad y de la fe.  En estas periferias, misiòn significa dialogo con el “diverso”, escucha de Dios que conversa con la pluralidad de las religiones, reconstrucciòn cuotidiana de la comunidad, profecia de paz y reconciliaciòn hasta que haya heridas abiertas por la violencia”.

El tema del Foro Social Mundial fue “Resistir es crear, Resistir es transformar”.  Este tema en el Foro Comboniano se convierte en “Ministerialidad y trabajar en red:  como colaborar con las otras organizaciones”.  Los días que estuvimos juntos se dividieron entre la participación al FSM y las reflexiones entre nosotros en el FC.  La idea de unir dos eventos nace desde el FSM en Nairobi para reducir viajes y permitir a los responsables de Justicia y Pas de las diversas provincias de la Familia Comboniana encontrarse en un contexto apropiado.  La línea de fondo, a partir de la Galilea de las Naciones, es el redescubrir la espiritualidad de la justicia y de la paz traducida en las diversas actividades, experiencias y sobretodo en una metodología de evangelización y un estilo de vida que de la Buena Noticia de Jesus al centro del empeño por la justicia social en medio del encuentro de las culturas y de las religiones.
Los dos primeros días, 10 y 11 de Marzo, fueron un tiempo de acogida para quien debía llegar de Brasil, el grupo más consistente- o de otras naciones.
El domingo conocimos los empeños pastorales y sociales de la comunidad de la Familia Comboniana en Salvador Bahia.  Muy emocionante para muchos, el encuentro con el espíritu del comboniano Ettore Frisotti con su slogan inspirador “Tem cheiro de Evangelho nas coisas dos negros”  (Hay perfume de Evangelio en las cosas de los Negros), escrito al fondo del presbiterio de la Iglesia que nos ha acogido para la Eucaristía en la Parroquia de San Daniel Comboni.  Muy bella la introducción a la celebración de tres jóvenes afro que contaron, al estilo del teatro de la calle, la vida de Comboni desde Limone del Garda hasta Comboni presente en los combonianos hoy en Brasil, especialmente en Salvador Bahia.  P. Ettore se dedicó a la causa de los negros sumergiéndose en el culto camdomblé.

El lunes 12 fue un espacio de compartir el trabajo de cada uno, aunque si de prisa por el número de los presentes, la explicación de la dinámica del FSM y de los objetivos del FC, de la escucha de experiencias y esperanzas que nos animan y de la presentación de tres iniciativas: el trabajo de VIVAT International y de África Fe y Justicia Network (AFJN) como espacio de colaboración de nuestras comunidades con los organismos internacionales, como lo pidió Pablo VI después de su discurso a las Naciones Unidas en 1967; el trabajo en red REPAM (Brasil) y REBAC (Congo) a los cuales Papa Francisco ha dado su bendición convocando un Sínodo para la Amazonia y el acaparamiento de las tierras en Mozambique; la movilidad humana y el tráfico de personas en Europa (Mesa de Migrantes – Un grito por la vida).
La jornada fue introducida, como palabra de inauguración del Foro Comboniana, de la carta de los dos Consejos Generales (Combonianos y Combonianas).
Para quien ha vivido 8 Foros Sociales Combonianos desde Nairobi, pasando por Dakar, Rio de Janeiro, este último dedicado al tema del clima y del agua, Tunes (dos), Belén, Montreal y ahora Salvador Bahia, una frase ha dado fuerza y seguridad:  “Vivimos en una época fuertemente polarizada y dominada por grandes potencias económicas que generan pobreza y desigualdad.  Realidad que conocemos muy bien a través de nuestras misiones.  A veces corremos el riesgo de refugiarnos en pequeñas realidades de la misión donde trabajamos e ignoramos que la pobreza cerca de nosotros es el resultado de condiciones estructurales injustas, de naturaleza global.  Entender mejor estas dinámicas que destruyen la vida, nos permite ser más críticos y promover un cambio de conciencia en las personas con quienes compartimos la vida y el ministerio (De la carta de los Consejos Generales).
Este empeño tiene dimensiones globales y los movimientos populares hoy son una fuerza de “transformación social que no podemos ignorar.  El hecho que no siempre tienen una inspiración cristiana no debe constituir un límite, estamos unidos por un humanismo sincero, que desea una vida digna y armoniosa para todos”   (de la carta de los consejos generales).  Estos movimientos son “sembradores de cambio, promotores de un proceso donde convergen millones de pequeñas y grandes acciones encadenadas en un modo creativo” (Papa Francisco)
La Eucaristía de la noche con intervenciones espontaneas  expresó el deseo profundo de los participantes y de los colaboradores a redescubrir las raíces bíblicas de una espiritualidad cotidiana de la justicia social.
El martes 13 dos empeños de fondo: La reflexión teológica por la mañana con el benedictino Marcelo Barros sobre el Foro de Teología y Liberación que se celebra juntamente con el FSM.  Marcelo Barros es una personalidad  en el diálogo interreligioso y de los movimientos sociales; su voz, muy escuchada- ha despertado el interés sobre dos temas esenciales para nuestro trabajo:  La necesidad de revisitar los “lugares teológicos” centrales de nuestra fe: lenguaje, análisis de una cierta expresión dogmática de nuestra fe que frena y tal vez impide la aceptación de la Buena Nueva de Jesús.  La línea del “sacrificio reparador” transpira una mentalidad de violencia, mientras la línea del “martirio liberador” nos lleva a la gratuidad del amor reciproco
El segundo tema, es el paradigma del FSM como inspirador de una eclesiología renovada.  La Iglesia, abierta y tal vez herida y suca como la quiere el papa Francisco, es una "iglesia" en asamblea, que se reencuentra en un encuentro como el Foro.  Todos pueden y deben aportar lo  suyo para abrir el camino al Espíritu de Cristo Resucitado que solo puede transformar el mundo en el “Reino del Padre”.
La tarde fue dedicada a la marcha de la apertura del FSM.  Este es un evento popular, folclórico, que reúne diversos grupos sea políticos que culturales.  Muchos presentes, como siempre en Brasil, pueblos indígenas y en este momento critico de la política de Brasil, los grupos de oposición al gobierno del presidente Temer y de apoyo a Lula y a la ex presidenta Dilma.  Es un desfile de colores, movimientos, ideas e ideologías que se concluyó en el centro histórico, colonial, rico de colores y recuerdos de la ciudad de Salvador de Bahia.  El día tuvo su epilogo en la iglesia “Dos Pretos” con una celebración eucarística con estilo afro y la presencia de teólogos pastoralistas, participantes al FSM y  tantas personas que manifestaban sus devociones a través de gestos que hablan a la sensibilidad de los negros brasileños aun mayoría en Salvador de Bahia:  incienso, agua, luz, abrazos, tambores, cantos y danzas.  La alegría de vivir celebrada en la liturgia para dar gloria y gracias al Dios de la Vida que es fiel y siempre “resucita” al pueblo que responde con fidelidad a las invitaciones a caminar en la justicia y la paz.

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