La Declaración fue firmada gracias a los esfuerzos de la Comunidad de San Egidio, que actuó como facilitador, por los miembros de la delegación del gobierno central de Sudán del Sur, por los representantes de los movimientos de oposición sur sudaneses que no se unieron al acuerdo de paz revitalizado en 2018 en Addis Abeba (SSOMA) y por los de los signatarios de la oposición al acuerdo.
El acuerdo prevé: el compromiso "solemne" para el cese de las hostilidades a partir de la medianoche del 15 de enero; el compromiso de discutir y evaluar juntos, con San Egidio, los mecanismos para resolver las diferencias; la garantía para que las organizaciones humanitarias puedan operar en el país en apoyo de la población civil.
El acuerdo ha sido bien recibido por los obispos de los países vecinos que forman parte de la AMECEA (Asociación de miembros de las conferencias episcopales de África Oriental). El secretario general de AMECEA, el padre Anthony Makunde, ha elogiado las iniciativas emprendidas por San Egidio y por todos los socios regionales e internacionales para alcanzar una paz duradera en Sudán del Sur.
“Como dijo San Pablo, cuando un órgano está enfermo, todo el cuerpo se siente mal. Por lo tanto, cualquier esfuerzo por lograr una paz duradera en Sudán del Sur encontrará el favor de toda la familia AMECEA. Hacemos un llamamiento a nuestros hermanos y hermanas en Sudán del Sur para que correspondan a estos esfuerzos, para que podamos unir nuestras fuerzas en este esfuerzo común", concluye el p. Makunde.
Las Conferencias Episcopales de Etiopía y Eritrea, Kenia; Malawi; Sudán y Sudán del Sur; Tanzania; Uganda y Zambia son parte de AMECEA. Mientras que Somalia y Yibuti tienen la condición de observadores. (L.M.) (Agencia Fides 18/1/2020)
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