Muchas veces se oyen comentarios superficiales respecto a los migrantes: "sufren porque quieren"; "estarían mejor en sus tierras"; "que busquen trabajo en sus propios países...". Se habla porque no se conoce la realidad, porque no se ha palpado la pobreza extrema o la violencia en la que viven los que emigran. En esta narración, Rubén Figueroa, intenta darnos a conocer la situación de una familia que desea salir de la miseria, presentándonos así las varias razones por las cuales la gente decide emigrar.
LA FAMILIA VILLANUEVA ENTRE LA POBREZA, LA VIOLENCIA Y LA NECESIDAD DE EMIGRAR
Por Rubén Figueroa
Ya había podido burlar algunos de los muchos puntos de revisión migratoria que implementó el gobierno Mexicano a raíz del Plan Frontera Sur, pero Zaira no pudo comprobar su legal estancia en México al agente de migración que subió al bus que la transportaba de Puebla a la Ciudad de México, de haber solicitado una visa en algún consulado o embajada de Honduras se la hubiesen negado; lastimosamente ella no es empresaria ni turista, todo lo contrario. Zaira había decidido emigrar por que ya no aguanta la pobreza, esa pobreza que les quita el derecho a todo.
En los mismos días que Zaira fue detenida en México para luego ser deportada a Honduras, su hermano Cornelio Villanueva era correteado por agentes de migración norteamericanos. Cornelio lleva un año viviendo en Laredo, Texas solo; hasta ahí pudo cruzar y no ha podido superars; "el trabajo ahí es escaso y se tiene que andar escondiendo de migración, casi no nos puede ayudar por que él apenas sobrevive" -cuenta su madre doña Esperanza- “En esos dias mi hijo quiso subir más adelante, unos amigos que tiene en Lousiana lo hiban a ayudar, pero la migra casi lo atrapa, se escondió en una alcantarilla, lo buscaban hasta con cuatrimotos y perros, ahí pudo pasar la noche y cuando pudo le hablo a sus amigos de Laredo y lo pudieron ir a buscar, ahora esta de nuevo en el mismo lugar, dice que más después intentara subir”
De América yo soy
Mientras en la radio se escucha “América”, una canción de los tigres del norte, en la humilde vivienda de los Villanueva quienes decidieron mudarse a una de las aldeas del municipio de Belem en el departamento de Lempira con la idea de buscar unas nuevas oportunidades, rodeado de una pequeña milpa y unas cuantas casas la familia descansa porque es domingo, fue una semana muy cansada, porque es temporada de corte de café, la principal actividad de la zona.
Pobreza y Marginación
Una de las razones principales por la cual las familias se ven obligadas a emigrar es por la pobreza que azota la región centroamericana; la familia Villanueva no se escapa de esa realidad.
Sentado en una esquina del corredor Don Lucio el padre de Familia cuenta que esta es la única temporada donde ellos pueden tener mas ingresos: “de Noviembre a mediados de Marzo es cuando podemos ganar hasta 300 lempiras al día (15 dólares) porque es temporada de corte del café”. En los demás meses, nos cuenta don Lucio, solo ganan 100 lempiras (5 dólares); con eso no se puede vivir dignamente y en la vida de los Villanueva eso es visible. “En los meses de Junio,Julio y Agosto hay veces que no tenemos ni para comer porque se acaba el trabajo y a su vez el dinero; tenemos que prestar para luego pagarlo cuando empieza de nuevo el corte de café, ya casi todo lo debemos” -expresa doña Esperanza quien tambien ayuda a Don Lucio en el trabajo-.
Mientras Doña Esperanza prepara una café cosechado por sus manos, se aparece Mario Antonio acompañado de su hermanito Erlin Osmin quien ese día era su cumpleaños numero 8, regresaban procedentes de Santa Rosa de Copan; venían de pedir dinero en los buses de esa ciudad. Mario quedo ciego luego de que en el pueblo donde vivían anteriormente una persona en estado de ebriedad le dio un machetazo en la cara que le partió sus ojos: “mi vida es triste sin mi vista, sobrevivo pidiendo dinero en los buses, con eso me visto, como y me calzo; mis hermanitos me acompañan” -se lamenta Mario Antonio-.
Los Hijos, futuro incierto
Para María, Rubenia, José Alonzo y Erlin Osmin son vacaciones ya que por ahora no van a la escuela; aprovechan así los días para acompañar a sus padres al corte de café, ellos también anhelan que un día la suerte les cambie; quieren seguir estudiando pero por ahora ese derecho esta en peligro; en algún momento dejaran de estudiar por falta de recursos y por la necesidad de trabajar: primero emigraran para alguna ciudad de Honduras, luego tomaran el mismo camino que todos: “el Norte”, no existe hasta el momento otra alternativa
No reciben apoyo del gobierno: “Somos nuevos en este pueblo, los apoyos que vienen se quedan entre la gente de los partidos políticos; aunque nosotros sí votamos, no pertenecemos a ningún partido político, y por eso no nos dan nada” -se lamenta don Lucio-. “Por eso mucha gente prefiere emigrar a vivir en la miseria, no es fácil dejar a la familia y también es muy triste ver a los hijos irse, pero la necesidad los obliga” -expresa nuevamente don lucio de 52 años-.
La violencia
Zaira no descarta volver intentar emigrar a los Estados Unidos, su vida también corre peligro ya que una persona la amenaza y la acosa constantemente por que no quiso ser su novia. “Me insulta, me dice que soy una prostituta, porque no quise ser su novia; hay veces que cuando está drogado o borracho sale con un machete y amenaza que me va a matar”. A punto de llorar dice que esta ocasión no buscara llegar tan rápido a Estados Unidos porque la pueden detener y luego deportar, buscará irse despacio: “prefiero quedarme algún tiempo en México y luego llegar a USA, a que me agarren y me deporten y seguir viviendo en la pobreza y con mi vida en peligro”.
La familia Villanueva es una de las miles de familias en Centroamérica que viven entre la pobreza, la violencia y la necesidad de emigrar. Mientras tanto, los países de origen, de tránsito y destino hacen mas difícil el camino a los que hoy día se ven forzados a desplazarse, aplicando nuevas medidas de contencion como el Plan Frontera Sur en Mexico que son acciones policiacas para intentar frenar la migracion; son mecanismos que se realizan sin analizar la verdaderas razones del por que las familias se ven obligadas a emigar
Nada cambiará mientras los proyectos de desarrollo no se apliquen adecuadamente sin fines partidistas, sin que no se combata la corrupción y la violencia en los países de origen, sin que las leyes de migración no estén basadas en los principios de los derechos humanos en los países de transito y sin que no se reconozca el gran aporte de los migrantes en los países de destino, además de poner fin al intervencionismo hacia los pueblos con fines de explotación y privatización.
(Ruben Figueroa es defensor de derechos humanos)
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