Colombo (Agencia Fides) - La Iglesia Católica en Sri Lanka apoya los “pasos de reconciliación”, iniciados por el gobierno nacional después de la guerra civil: así lo ah declarado a la Agencia Fides el obispo Harold Anthony Perera, que dirige la diócesis de Kurunegala, y es presidente de la Comisión Nacional “Justicia, Paz y desarrollo humano”. El obispo ha recordado que el país “ha vivido una larga y amarga guerra civil”, iniciada en 1983, causada por las tensiones étnicas entre la mayoría cingalesa y la minoría tamil, asentada en el noreste de la isla.
Después de 25 años de violencia, el conflicto terminó en mayo de 2009, cuando las fuerzas gubernamentales conquistaron la última zona controlada por los rebeldes de los Tigri Tamil (organización fundada en el 1976). Siete años después del final del conflicto, las recriminaciones sobre los abusos continúan por ambas partes.
El gobierno del presidente Maithripala Sirisena, que subió al poder en el 2015, “ha puesto en marcha varios esfuerzos que buscan la reconciliación nacional”, ha dicho el obispo Perera, añadiendo que este proceso cuenta con “el pleno apoyo de la iglesia”.
"Cooperamos con el gobierno en este proceso de reconciliación por el bien común de la nación” ha dicho a la Agencia Fides Mons. Perera.
El país tiene una población de 21,2 millones de habitantes, de mayoría budistas (70%). Los cristianos son alrededor del 6%, mientras que hindúes y musulmanes son otras de las minorías religiosas.
La iglesia católica en Sri Lanka,revela el presidente, “está doblemente bendecida porque tenemos bautizados que pertenecen tanto a la comunidad cingalesa como a la comunidad tamil”. Ante esta presencia de fieles cingaleses y tamiles, la comunidad católica puede ser “un elemento catalizador de armonía, paz, reconciliación y fraternidad en una sociedad pluralizada” remarca.
La Comisión nacional para la justicia, la paz y el desarrollo humano de la Conferencia episcopal de Sri Lanka ha puesto en marcha una serie de iniciativas innovadoras para contribuir a la reconciliación. Todo el apostolado, en su complejo, que incluye actividades tales como la educación, la salud, el desarrollo social y otras actividades pastorales “está orientado a la reconciliación del país”, añade el obispo.
Las medidas de reconciliación adoptadas por el gobierno constituyen una “forma correcta”, aunque “es un proceso que requiere tiempo para dar frutos concretos y resultados a largo plazo”, dice. La Iglesia tiene confianza: “A la larga, el país será capaz de saborear el sabor de la paz y la reconciliación, lo que allanaría el camino para un desarrollo integrado y sostenible de la población”. En el país, señala, “hay muchas personas de buena voluntad que cruzan las fronteras de la religión o las diferencias étnicas y construyen puentes: esto intensifica el proceso de paz y reconciliación y edifican el bien común del país. La Iglesia se ha comprometido a desempeñar su papel de una manera constructiva” concluye (PA-SD) (Agencia Fides 28/11/2016).
Después de 25 años de violencia, el conflicto terminó en mayo de 2009, cuando las fuerzas gubernamentales conquistaron la última zona controlada por los rebeldes de los Tigri Tamil (organización fundada en el 1976). Siete años después del final del conflicto, las recriminaciones sobre los abusos continúan por ambas partes.
El gobierno del presidente Maithripala Sirisena, que subió al poder en el 2015, “ha puesto en marcha varios esfuerzos que buscan la reconciliación nacional”, ha dicho el obispo Perera, añadiendo que este proceso cuenta con “el pleno apoyo de la iglesia”.
"Cooperamos con el gobierno en este proceso de reconciliación por el bien común de la nación” ha dicho a la Agencia Fides Mons. Perera.
El país tiene una población de 21,2 millones de habitantes, de mayoría budistas (70%). Los cristianos son alrededor del 6%, mientras que hindúes y musulmanes son otras de las minorías religiosas.
La iglesia católica en Sri Lanka,revela el presidente, “está doblemente bendecida porque tenemos bautizados que pertenecen tanto a la comunidad cingalesa como a la comunidad tamil”. Ante esta presencia de fieles cingaleses y tamiles, la comunidad católica puede ser “un elemento catalizador de armonía, paz, reconciliación y fraternidad en una sociedad pluralizada” remarca.
La Comisión nacional para la justicia, la paz y el desarrollo humano de la Conferencia episcopal de Sri Lanka ha puesto en marcha una serie de iniciativas innovadoras para contribuir a la reconciliación. Todo el apostolado, en su complejo, que incluye actividades tales como la educación, la salud, el desarrollo social y otras actividades pastorales “está orientado a la reconciliación del país”, añade el obispo.
Las medidas de reconciliación adoptadas por el gobierno constituyen una “forma correcta”, aunque “es un proceso que requiere tiempo para dar frutos concretos y resultados a largo plazo”, dice. La Iglesia tiene confianza: “A la larga, el país será capaz de saborear el sabor de la paz y la reconciliación, lo que allanaría el camino para un desarrollo integrado y sostenible de la población”. En el país, señala, “hay muchas personas de buena voluntad que cruzan las fronteras de la religión o las diferencias étnicas y construyen puentes: esto intensifica el proceso de paz y reconciliación y edifican el bien común del país. La Iglesia se ha comprometido a desempeñar su papel de una manera constructiva” concluye (PA-SD) (Agencia Fides 28/11/2016).
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