jueves, 12 de mayo de 2016

LAS OBRAS DE DIOS NACEN Y CRECEN AL PIE DE LA CRUZ

"Las Obras de Dios nacen y crecen al pie de la cruz"

(Emmanuel Barrientos)
La frase que da comienzo a estas breves reflexiones es una de las palabras de Comboni que llevo más profundamente marcadas en el corazón. El santo obispo sabía que la verdadera liberación que trae el Reino nuevo pasa ineludiblemente por la noche de la cruz para hacer que la victoria de la vida resplandezca con mayor fuerza. Me atrevo a decir que fue eso lo que celebramos en la semana dedicada a Monseñor Romero, el triunfo de la vida sobre la muerte y el dolor.

Con ocasión de la llegada de la Reliquia del beato Arzobispo salvadoreño, nuestra comunidad parroquial dedicó unos días para orar, reflexionar y meditar en torno al pastor y mártir Romero de América. Una celebración particularmente especial fue el encuentro de oración ecuménico e interreligioso por la Paz. En él participaron hermanos de diferentes comunidades de fe convocados por  “El que anunció a los hombres la verdadera libertad, llamando a todas las naciones y cada ser humano a la filiación Divina.”

El encuentro quiso ser un testimonio de fraternidad y solidaridad, una evidencia de que es posible un mundo nuevo en donde la justicia le abra caminos a la Paz, en donde se construyan puentes de entendimiento. Donde la diferencia no sea más una amenaza y se transforme en fuente de riqueza. Este encuentro entre hermanos y hermanas fue posible porque la Pascua de Jesús brilló de forma especial en Monseñor Romero, no en vano decía san Daniel Comboni que las obras de Dios nacen y crecen al pie de la Cruz.

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