Juba (Agencia Fides) - La situación en Juba, capital de Sudán del Sur, es más tranquila ahora, sobre todo con respecto a hace cuatro días, cuando terminaron los combates entre las fuerzas del presidente Salva Kir y los leales al primer vicepresidente Riek Machar. Algunos de los miles de personas que se habían refugiado en las iglesias y los que estaban ocultos en la selva está tratando de regresar a sus casas. “No todo el mundo puede hacerlo, porque todavía hay áreas de la ciudad que son inseguras” dicen fuentes locales de Fides. Las iglesias han tratado de coordinarse con las organizaciones humanitarias para ofrecer apoyo a las personas desplazadas.
Las personas que corren el riesgo de ser asesinados a causa de su origen étnico, como los nuer, la etnia de Machar, buscan refugio en la base de la ONU. “No se han dado matanzas étnicas como las de diciembre de 2013, cuando estalló la guerra civil. Nadie sabe el número exacto de víctimas, como de hecho probablemente nunca se sabrá con certeza el número de muertes causadas por la guerra civil entre 2013-15”.
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