Una muchedumbre de polacos saludó al Santo Padre en las calles de Cracovia. El Papa se encontró con los gobernadores polacos y con los sacerdotes en el castillo de Wawel, “Nos alegramos con tu presencia” dijo el Cardenal Stanisław Dziwisz.
El presidente Andzej Duda manifestó la alegría por la llegada del Pedro de nuestros tiempos a Polonia, “La gente joven y nosotros, todos los polacos, estamos extremadamente felices porque está entre nosotros”, dijo el presidente. También le agradeció al Papa por su llegada subrayando que lo más importante es su presencia para los jóvenes que viven la experiencia de la JMJ. “Su Santidad es un apoyo espiritual, un faro para ellos, una gran alegría, una esperanza que proviene de los cristianos.”
El presidente invocó también la figura del san Juan Pablo II, quien llegó a la Santa Sede exactamente desde Cracovia, para servir a todo el mundo. Hizo referencia a las palabras que el Papa polaco pronunció en 1979 y que calaron muy profundamente en los corazones de todos los polacos: “¡Que venga tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”. Añadió que estas palabras siguen siendo necesarias ante los dramáticos hechos que están teniendo lugar, pero esta vez para todo el mundo: “Hoy en día, mirando al mundo actual, me gustaría pedir una vez más: ¡Que venga tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”, dijo el presidente Duda.
“Visito Europa central por primera vez y me alegro de empezar por Polonia, cuyo inolvidable hijo fue san Juan Pablo II, iniciador y promotor de la Jornada Mundial de la Juventud”, dijo el Papa Francisco. Se refirió también a la memoria que caracteriza la nación polaca estando bajo la impresión del sentido histórico del Papa Juan Pablo II “Cuando le hablaba a las naciones partía de sus historias para subrayar sus tesoros de humanidad y espiritualidad”.
El Santo Padre se refirió también al 1.050 aniversario del bautismo de Polonia “Sin duda, eso fue un evento importante de la unidad nacional que confirmó que el acuerdo a pesar de la diversidad de opiniones, es una vía de lograr el bien común de toda la nación polaca”, dijo.
Los representantes de las autoridades polacas y de cuerpo diplomático, obispos, sacerdotes y profesores escucharon el discurso del Papa en el patio del castillo de Wawel. El Papa se dirigió a ellos animando a la nación polaca que vea con esperanza el futuro y los problemas a los que debe enfrentarse; todo, a la luz de su historia de mil años. Añadió que entre las responsabilidades del Estado se encuentra la de ayudar a todos los que están en una situación difícil “Que un niño nunca sea visto como una carga, sino como un regalo, y que las personas más necesitadas y pobres nunca sean dejadas de lado” continuó.
Después, el Papa se encontró con el presidente a solas. Tras la conversación, visitó la Catedral de Wawel para orar ante las reliquias de san Estanislao de Cracovia, obispo de Cracovia y mártir. En la Catedral, el Papa se encontró con los representantes del episcopado polaco. Allí, el cardinal Stanisław Dziwisz lo saludó “donde late el corazón de Polonia”. Le aseguró que su presencia profundizará la conciencia polaca de la pertenencia a la Iglesia universal. “Vamos a fijar la mirada a tu amistoso rostro. Vamos simplemente a alegrarnos con tu presencia que inspira, libera nuestra bondad, amor, fraternidad y solidaridad”, dijo el Obispo metropolitano de Cracovia.
Después del saludo formal del Santo Padre en el castillo de Wawel, se dirigió al Palacio de los Obispos de Cracovia, en la calle Franciszkańska 3 saludado a la muchedumbre de polacos. Después de la cena, el Papa aparecerá en la ventana papal como lo hacía el san Juan Pablo II.
Ewelina Słomka
Trad al español Patryk Wiśniewski
El presidente Andzej Duda manifestó la alegría por la llegada del Pedro de nuestros tiempos a Polonia, “La gente joven y nosotros, todos los polacos, estamos extremadamente felices porque está entre nosotros”, dijo el presidente. También le agradeció al Papa por su llegada subrayando que lo más importante es su presencia para los jóvenes que viven la experiencia de la JMJ. “Su Santidad es un apoyo espiritual, un faro para ellos, una gran alegría, una esperanza que proviene de los cristianos.”
El presidente invocó también la figura del san Juan Pablo II, quien llegó a la Santa Sede exactamente desde Cracovia, para servir a todo el mundo. Hizo referencia a las palabras que el Papa polaco pronunció en 1979 y que calaron muy profundamente en los corazones de todos los polacos: “¡Que venga tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”. Añadió que estas palabras siguen siendo necesarias ante los dramáticos hechos que están teniendo lugar, pero esta vez para todo el mundo: “Hoy en día, mirando al mundo actual, me gustaría pedir una vez más: ¡Que venga tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”, dijo el presidente Duda.
“Visito Europa central por primera vez y me alegro de empezar por Polonia, cuyo inolvidable hijo fue san Juan Pablo II, iniciador y promotor de la Jornada Mundial de la Juventud”, dijo el Papa Francisco. Se refirió también a la memoria que caracteriza la nación polaca estando bajo la impresión del sentido histórico del Papa Juan Pablo II “Cuando le hablaba a las naciones partía de sus historias para subrayar sus tesoros de humanidad y espiritualidad”.
El Santo Padre se refirió también al 1.050 aniversario del bautismo de Polonia “Sin duda, eso fue un evento importante de la unidad nacional que confirmó que el acuerdo a pesar de la diversidad de opiniones, es una vía de lograr el bien común de toda la nación polaca”, dijo.
Los representantes de las autoridades polacas y de cuerpo diplomático, obispos, sacerdotes y profesores escucharon el discurso del Papa en el patio del castillo de Wawel. El Papa se dirigió a ellos animando a la nación polaca que vea con esperanza el futuro y los problemas a los que debe enfrentarse; todo, a la luz de su historia de mil años. Añadió que entre las responsabilidades del Estado se encuentra la de ayudar a todos los que están en una situación difícil “Que un niño nunca sea visto como una carga, sino como un regalo, y que las personas más necesitadas y pobres nunca sean dejadas de lado” continuó.
Después, el Papa se encontró con el presidente a solas. Tras la conversación, visitó la Catedral de Wawel para orar ante las reliquias de san Estanislao de Cracovia, obispo de Cracovia y mártir. En la Catedral, el Papa se encontró con los representantes del episcopado polaco. Allí, el cardinal Stanisław Dziwisz lo saludó “donde late el corazón de Polonia”. Le aseguró que su presencia profundizará la conciencia polaca de la pertenencia a la Iglesia universal. “Vamos a fijar la mirada a tu amistoso rostro. Vamos simplemente a alegrarnos con tu presencia que inspira, libera nuestra bondad, amor, fraternidad y solidaridad”, dijo el Obispo metropolitano de Cracovia.
Después del saludo formal del Santo Padre en el castillo de Wawel, se dirigió al Palacio de los Obispos de Cracovia, en la calle Franciszkańska 3 saludado a la muchedumbre de polacos. Después de la cena, el Papa aparecerá en la ventana papal como lo hacía el san Juan Pablo II.
Ewelina Słomka
Trad al español Patryk Wiśniewski
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