Ante la situación que Sur Sudan esta viviendo en estos momentos sobretodo en la capital Juba, la superiora provincial de las hermanas misioneras combonianas presentes en ese país nos envía
la siguiente noticia:
No creo que quiera escuchar de nuevo bombardeos. En medio de la noche, hemos escuchado un ruido extraño como de carros que transportaban material pesado. Con todo y eso logramos dormir un poco. Llegó la mañana y todo parecía tranquilo.
A las 08.30 tuvimos la Eucaristía en nuestra capilla, éramos pocas personas. Contemporáneamente, iniciaron los bombardeos a distancia. Los celebrantes hicieron corta la Misa y al final la gente corrió a sus casas ya que el bombardeo era fuerte y frecuente y se escuchaba el ruido de armas automáticas. Esto siguió todo el día. La gente dice que algo se está quemando en una parte de la ciudad. Nos han informado que una bomba ha caído en un campo de refugiados gestionado por las naciones Unidas y muchas personas murieron
La gente en aquel campo no tiene un lugar donde refugiarse, ninguno en Juba puede huir. Estamos todos atrapados en nuestras residencias. Los negocios están cerrados, la calles están vacías. Mientras estoy escribiendo un carro armado está disparando y los contragolpes sacuden nuestra casa y, como es tan vieja, con todas las fisuras ya presentes en las paredes, no será difícil hacerla caer, aunque sea solo por el temblor causado por las bombas.
No estamos solas. Muchas personas continúan a llamarnos y comparten aquello que están viviendo y viendo y nos preguntan cómo estamos. Incluso los estudiantes sur sudaneses que están en Uganda nos llaman o envían un sms. Buscamos de no usar mucho el teléfono ya que es muy difícil obtener la recarga. Se verifican saqueos en algunos lugares de Juba, en particular en los negocios pertenecientes a ugandeses.
Se dice que son 3 ejércitos en lucha por el control. Las fuerzas gubernamentales SPLA, la SPLAIO (oposición) y otro que apenas ha salido. Parece que el SPLAIO tiene controlada una parte de la ciudad. Otras voces dicen que sea Kiir que Machar han tomado el control de sus ejércitos que son guiados por otros líderes. Dios solo sabe lo que realmente está sucediendo. Siento mucho por la gente sencilla. El personal del hospital desapareció para estar con sus familias.
Los helicópteros están continuamente en movimiento, e incluso pequeños aviones. Esperamos solo que la noche sea tranquila y se pueda dormir. No hay manera de encontrar alimento, lo que tenemos eso debe durar. Cuando esto termine, se necesitara tiempo antes que los camiones que transportan víveres de Uganda y Kenya puedan llegar.
Entre tanto oremos. Oremos por la paz, para que cesen las muertes y todo regrese a la normalidad. También nosotras empezamos a ser probadas por la falta de sueño y los continuos bombardeos, a veces esto provoca nerviosismo entre nosotras. Esto no debería suceder pero desgraciadamente sucede cuando hay tanto stress. Gracias por orar con nosotras. Tenemos mucho que agradecer.
Sr. Evette
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