martes, 21 de abril de 2015

UN CONTINUO MARTIRIO

Expresemos nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas cristianos perseguidos por su fe. Pidamos al Dios de la vida que los seres humanos no deformemos su rostro de amor, de misericordia y compasión con nuestros actos de violencia, de odio. Dios no es un Dios de muerte, sino de Vida, por eso ha resucitado a Cristo.
“Gran consternación dolor” ha expresado el Papa Francisco por la “enésima violencia” “contra inocentes cristianos” perpetrada por el así llamado Estado Islámico, luego de que el domingo pasado, se difundieran en internet imágenes de la ejecución de cristianos etíopes en Libia.
En su mensaje enviado al Patriarca Ortodoxo de Etiopía, Abune Matías, fechado 20 de abril, Francisco expresa su solidaridad y asegura su cercanía en la oración ante  el “continuo martirio” que sufren los cristianos en África, Oriente Medio y algunas regiones de Asia.
"No hay diferencia si las víctimas son católicos, coptos, ortodoxos o protestantes. Su sangre, la misma en su confesión de Cristo, “es un testimonio que grita para hacerse escuchar por todos los que saben todavía distinguir entre el bien y el mal”: “un grito que debe ser escuchado sobre todo, por aquellos que tienen en sus manos el destino de los pueblos", afirma el Pontífice.
“La alegría” de la Resurrección de Cristo – continúa el Papa – “este año está ofuscada por el dolor”. “Y aun así, sabemos que la vida que vivimos en el amor misericordioso de Dios es más fuerte que el sufrimiento que todos los cristianos sienten, un sufrimiento que une hombres y mujeres de buena voluntad en todas las tradiciones religiosas".
El Papa concluye su mensaje expresando al Patriarca Abune Matías sus “sentidas condolencias”, con un abrazo de paz en Cristo. (Tomado de Radio Vaticana)

¡ABRAMOS LOS HORIZONTES DE NUESTRA COMPRENSIÓN!


Hay situaciones humanas que nos sobrepasan, como el naufragio de los más de 900 emigrantes africanos que desaparecieron en el Mar Mediterráneo. En la búsqueda de algo mejor, estos migrantes encontraron la muerte en aguas marinas. Se dice que, en lo que va del año, más de 1500 emigrantes africanos han perecido en el Mediterráneo debido a naufragios que podrían ser evitados; este es un número considerable al que tal vez no prestamos mucha atención porque después de unos días deja de ser noticia.
¿Qué mueve a tantos africanos del norte de África a salir de sus tierras? Existen varios factores: la pobreza extrema, la inseguridad, la persecución religiosa, la inestabilidad político-económica. Opiniones simplicistas dirían que mejor se queden en sus tierras pues para qué exponerse al peligro y a la amenaza de muerte al cruzar el mar mediterráneo; lo que estas opiniones ignoran es el comprender lo que significa vivir hostigados por las carencias, los odios, lo absurdo y por lo que no avanza hacia algo mejor. Si hombres, mujeres y niños salen de sus tierras para irse a Europa es porque ya no pueden más y desean perseguir el sueño de algo mejor. 
Una vez llegados a Europa, los inmigrantes encuentran que la vida no es fácil pues la discriminación está al orden del día; además, no se consigue trabajo siendo ilegales. Es común ver, por ejemplo, en las calles de Roma, inmigrantes que se dedican al comercio ambulatorio tratando de convencer al turismo de que compren su mercancía artesanal. La policía ronda por las calles haciendo que los inmigrantes se escondan por otras calles.
Para los que tenemos techo asegurado, así como un buen trabajo, comida, diversiones y otras cosas, nos es difícil saber lo que un inmigrante vive fuera de su tierra y, sobre todo, el por qué se fue. Estamos invitados a abrir los horizontes de nuestra comprensión hacia todos los emigrantes del mundo para solidarizarnos con ellos y ellas. No podemos dejarlos solos en su travesía por el mundo. La comunidad internacional tiene que atender esta realidad migratoria con capacidad humanitaria.

SER PRIMAVERA EN LA IGLESIA EN EL MUNDO DE HOY

Mensaje comboniano desde el Fórum Social Mundial 2015
 Dos años después, el Fórum Social Mundial (FSM) ha vuelto a Túnez, en un clima de inestabilidad y violencia en los países norafricanos y del Medio Oriente. Ha querido ser un signo de paz y de esperanza en el proceso de la primavera árabe, amenazada por el terrorismo y con el riesgo de ser desnaturalizada por el fundamentalismo religioso y los gobiernos represivos.
El Fórum ha encontrado la acogida de un pueblo que vive un proceso de emancipación y que ve como protagonistas a los jóvenes y a las mujeres.
La Familia Comboniana (Comboni Network[1]) ha estado de nuevo presente, con una de las delegaciones más representativas e internacionales: 37 miembros, comprometidos en 15 países.
En un ambiente multicultural de colores, ritmos y danzas, los pueblos magrebíes han sido los más representados y con mayor número de asistentes en los diversos debates y manifestaciones. Ha aumentado, en comparación con años anteriores, la participación de otros países africanos, cuyos representantes han reconocido, en muchos casos, a los misioneros y misioneras combonianos. El Foro representa uno de los pocos espacios públicos, en el ámbito mundial, en el cual el Sur del mundo puede expresarse libremente.
Los cerca de 1. 500 talleres han tenido como temas principales: la defensa de los derechos humanos (especialmente de las mujeres, inmigrantes y minorías); la cuestión ambiental y la climática que exige un cambio en el estilo de vida; las alternativas al sistema hegemónico neoliberal; la espiritualidad y el diálogo interreligioso
Como Familia Comboniana descubrimos una progresiva sintonía con el compromiso de la sociedad civil organizada en las diversas partes del mundo. Esto es expresión de nuestro continuo esfuerzo por actualizar el Plan de Daniel Comboni, al que sentíamos continuamente a nuestro lado en las diversas actividades realizadas en el Foro.
En estos 8 años, la presencia Comboniana en el FSM se ha cualificado: hemos empezado a organizar seminarios y talleres inspirados en nuestra experiencia misionera y estamos progresivamente compartiendo actividades más amplias con los grupos con los cuales trabajamos en red.
El stand de la Familia Comboniana ha sido un importante instrumento de animación misionera: desde la pluralidad de pertenencias y lugares de proveniencia y testimoniando el compromiso cristiano de cambiar juntos las situaciones que destruyen la vida.
El papel de los laicos es fundamental: obliga a nuestros institutos a abrirse más a las diversas formas de participación en el compromiso misionero. Son personas preparadas y apasionadas que ensanchan nuestra comprensión del mundo y amplían nuestras redes de relaciones, garantizando, de este modo, la continuidad en los procesos de evangelización y transformación de la realidad.
Una presencia como combonianos/as
Hemos participado en el Fórum con intención de hacernos eco, desde la fe, de los procesos de liberación que nos es dado acompañar junto con la sociedad civil organizada. Por este motivo nos hemos empeñado en reservar un tiempo para el discernimiento comunitario y la celebración.
Creemos que la misión es, sobre todo, compartir la mística que alimenta nuestras acciones e inspira una visión transfigurada de "un mundo diferente y posible".
Esto lo hemos reafirmado celebrando en la cripta de la catedral de Túnez, participando del ocultamiento de la presencia cristiana dentro de la cultura árabe-musulmana. Hemos comenzado juntos en el día de la memoria del martirio de Óscar Romero y de los 30 años del martirio de nuestro hermano Ezequiel Ramin, en la semana que precede a la Pascua. La semilla que da la vida para que el mundo tenga vida es una bella imagen de nuestra fragilidad frente a desafíos tan grandes, así como de nuestra esperanza de que es posible "hacer primavera" junto con el pueblo que nos acoge.
En continuidad con el discernimiento realizado en los últimos cuatro Fórums combonianos, destacamos las dimensiones en las que hemos estado comprometidos y que todavía necesitan desarrollarse:
·         La liberación de las esclavitudes de hoy, especialmente, la que se refiere a la trata de los seres humanos;
·         La movilidad humana y la defensa de los derechos de los inmigrantes;
·         Los caminos de reconciliación y diálogo en países marcados por la guerra, con especial atención al diálogo inter religioso y específicamente islamo-cristiano;
·         La defensa de la creación y de los bienes comunes en sinergia con las víctimas de la injusticia ambiental y renovando los estilos de vida de nuestras comunidades y provincias.
Para ser eficaces en estos ámbitos, es importante crear retos a nivel interprovincial y continental, acoger laicos y laicas preparados y comprometidos en sus propias profesiones y colaborar con las organizaciones, no solo religiosas, que trabajan en la defensa de la vida.
Llamados a reconocer los "nuevos areópagos" de la misión, descubrimos la importancia de la presencia Comboniana en el Fórum Social Mundial, proponiéndola como una etapa fija, en la cual verificamos el sentido y la eficacia de nuestros caminos junto a la humanidad, peregrina hacia "nuevos cielos y nueva tierra".
Los participantes en el Fórum Social Mundial y en el Fórum Comboniano 2015.
Túnez, 29 marzo 2015



[1] Han participado en el Foro Comboniano misioneros, misioneras y laicos combonianos, un obispo emérito javeriano, un monje teólogo, dos hermanas del Espíritu Santo y laicos de Brasil y Uganda. Hemos realizado nuestros talleres en el Foro en colaboración con diversas organizaciones: Lavigerie Team (Túnez), franciscanos, CIDSE, VIVAT International, Franciscans International, Solwedi (Alemania), John Paul II Justice and Peace Center (Uganda), Liberty Tree Foundation (USA).

jueves, 16 de abril de 2015

EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA

Misericordiae Vultus
BULA DE CONVOCACIÓN
DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO
DE LA MISERICORDIA

FRANCISCO
OBISPO DE ROMA
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS
A CUANTOS LEAN ESTA CARTA
GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ


1. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, « rico en misericordia » (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad » (Ex34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona[1] revela la misericordia de Dios.
2. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.
3. Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona. En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.
El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales. Para el mismo domingo establezco que en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia.

PROCLAMAMOS CON GOZO AL RESUCITADO


Escuchemos a las Misioneras Combonianas presentes en Sri Lanka, dando testimonio de nuestra presencia en aquel país asiático.

¿Tres Misioneras Combonianas, pioneras en Asia? ¿Cuándo y cómo se convirtió en realidad este sueño?

En el 2005, una pareja de personas de Sri Lanka residentes en Dubai y que trabajaban con nuestras hermanas en la Parroquia de Santa María presentaron una propuesta del Obispo de Kandy. Raymond y Priyanthi, en un viaje a Europa planearon encontrarse con nuestra Superiora General en Roma para presentarle la misma propuesta; trágicamente, un día antes de que tal encuentro se realizara, la vida de Raymond llegó a su fin a causa de un accidente fatal, dejando a Priyanthi seriamente herida y viuda.
La propuesta terminó ahí, o así pareció al momento. Pero con el fin de la guerra en aquel país, que duró 27 años y terminó en el 2007, la propuesta volvió a resurgir y con ella, la amplia pregunta sobre nuestra presencia en Asia.
En el 2008, en respuesta a nuestra reflexión de la Asamblea Intercapitular tenida el año anterior, un equipo de tres hermanas pidieron explorar las posibilidades mas de cerca a través de una visita a las Filipinas y a Sri Lanka. La información que el equipo de hermanas recabó las movió a proponer una apertura en Sri Lanka, en respuesta a la propuesta todavía abierta del Obispo de Kandy. De ahí siguió otra visita mas larga en el 2010, con el fin de recabar mas información y presentar una propuesta mas detallada al Capítulo General. Entonces, como la Asamblea capitular votó positivamente aceptando la propuesta de abrir en Sri Lanka, la comunidad de Talawakelle nació, por lo menos en teoría.

¿Porqué  Kandy? ¿Porqué Talawakelle?
El Obispo Vianney Fernando pareció hacer eco del mismo Comboni al presentarnos las características de la población que compone su diócesis, tanto Singhalese como Tamils y, en gran manera, los así llamados, “Indian Tamils”, quienes viven y trabajan en las plantaciones de te. 
La sociedad de Sri Lanka está formada, mayormente, por tres grupos étnicos: Singhaleses, quienes son o bien budistas o cristianos, Tamils, quienes son cristianos, hindúes o musulmanos y los “Indos Tamiles”, que son  hindúes o cristianos. Es una sociedad pluri-religiosa con una mayoría budista (64%) viviendo junto con hindúes (20%, cristianos (8%) y musulmanes (9%). El viejo conflicto era un mas bien un conflicto étnico, no tanto religioso.
De los tres grupos, los “Indian Tamils”, quienes viven y trabajan en las plantaciones de Te son los mas pobres y los mas abandonados y descriminados del país. Ellos fueron traídos a Sri Lanka por los Ingleses en el siglo 18 como mano de obra barata para las plantaciones;  ya que ellos pertenecen a la casta mas baja de la sociedad de la India ellos eran discriminados por el gobierno. Sólo recientemente, según el Obispo Vianney, la Iglesia Católica ha empezado a tomar una posición que promueva a este pueblo y tratar de mejorar sus condiciones de vida.
Anexa a la parroquia hay una pequeña escuela para los hijos de los trabajadores de las plantaciones.  Actualmente hay cerca de 400 niños y niñas que asisten a la escuela, mitad de los cuales son cristianos y la otra mitad hindúes.

domingo, 5 de abril de 2015

¡NO ESTÁ AQUÍ! ¡HA RESUCITADO!


La Pascua, madre de todas las celebraciones cristianas, porque Cristo ha resucitado de entre los muertos, porque el que parecía haber sido vencido por el odio, la violencia, la maldad humana y la muerte, ha resucitado. ¡Esta es la Buena Noticia! El mal no tiene la última palabra porque Dios actúa dando Vida. Dios no se deja vencer por la maldad presente en el corazón humano, sino que actúa para decirnos que Él es más fuerte que el mal y la muerte.
En "El primer día de la semana" (Mt 28,1; Mc 16,2; Lc 24,1; Jn 20,1) -es decir, el primer día de la Nueva Creación, inaugurada por el Resucitado-, hay gran movimiento en la comunidad de Jesús que, triste y desanimada no sabía qué hacer. Es el día en que la Misión empieza: las mujeres que van al sepulcro reciben la Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y son enviadas a dar el anuncio a los discípulos (cf. Mt 28, 5-7; Mc 16, 5-7; Lc 24, 5-9; Jn 20, 17-20); los discípulos de Emaús, al encontrarse con el Resucitado, corren hacia la comunidad de los apóstoles para decirles que verdaderamente Jesús había resucitado porque habían hecho experiencia de Él (cf. Lc 24, 33-34). Ya no se detendrá el anuncio de la Buena Nueva porque la Iglesia naciente irá a todas partes a darlo con alegría y fe.
Quien se encuentra con el Resucitado no queda indiferente, sino que se hace misionero/misionera: va hacia a los demás para comunicar la alegría de este encuentro. Celebrar la Resurrección de Cristo significa SALIR para decir a todos que verdaderamente el Señor vive, y que en Él vivimos nosotros/nosotras también. Sí, porque Jesucristo ha venido a darnos vida, y vida en abundancia (Jn 10,10), una vida que disfrutamos ya aquí y ahora, y que gozaremos en plenitud en el Futuro sin fin que Él ha abierto para nosotros, con su muerte y resurrección.
Nuestros familiares esperan que les demos el anuncio, así como los tristes, los enfermos, los pobres y olvidados de la sociedad, aquellos que viven en situaciones difíciles. Hay que ir hacia ellos y ellas para decirles que el mal no tiene la última palabra, que Dios nos ama, que Cristo vive y en Él vivimos también nosotros, que Jesucristo libera al ser humano en su totalidad, que Dios quiere nuestra felicidad en esta tierra y en el Futuro. Hay que SALIR. La Misión es consecuencia del encuentro con el Resucitado.
Jesús está vivo, ha resucitado, y está presente en las luchas del pueblo por la justicia y la paz; en donde hay amor y servicio ahí está presente el Resucitado; donde hay reconciliación y perdón y no violencia y venganza, ahí está presente también; en todas esas situaciones humanas donde se hacen presentes los valores del Reino el Resucitado está presente. ¡Disfruta su presencia en tu hogar, tu trabajo, parroquia, diversiones familiares¡ ¡Disfrútalo en los pequeños detalles de la vida, aquellas que nos dan alegría, paz y amor!

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN A TODAS Y TODOS!