martes, 31 de mayo de 2016

GUATEMALA: LA PRECARIEDAD DE LAS ESTRUCTURAS PENALIZA LA EDUCACION DE LOS NIÑOS

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) - Los programas educativos dirigidos a los niños en Guatemala no cumplen con las expectativas. En muchas comunidades, sobre todo rurales, sólo hay una escuela y, a menudo no llega a cubrir las necesidades de todos los niños que tendrían derecho a frecuentarla. La calidad de la educación es muy baja y no existe una planificación que facilite la formación de los niños.

 Las madres afirman estar muy preocupadas por la falta de recursos. Los niños no tienen acceso a la tecnología, carecen de instalaciones, materiales educativos, como libros, cuadernos de ejercicios, escritorios y servicios básicos. Además, las comidas escolares, necesarias para un mejor aprendizaje de los niños, no son adecuadas. (AP) (30/5/2016 Agencia Fides)

SUDAN: "BOMBARDEOS CONTINUOS EN LOS MONTES NUBA CON UNA IGLESIA CATOLICA DESTRUIDA" DENUNCIA MONS. GASSIS

Khartoum (Agencia Fides) - “La diócesis condena los continuos bombardeos aéreos indiscriminados
que asesinan, hieren y extienden una cultura de miedo y muerte entre la población” lo ha declarado S.E. Mons. Macram Max Gassis, obispo emérito de El Obeid, en los Montes Nuba, de Sudan, denunciando el bombardeo de una escuela católica en las zonas controladas por los rebeldes en la Heiban County, en el Estado de South Kordofan.

 Según cuanto refiere Mons. Gassis, en la nota recibida en la Agencia Fides, “el 18 de mayo los maestros de la escuela primaria San Vicente Ferrer han contado hasta 15 bombas lanzadas en los alrededores de la escuela, tres de ellas a unos 300 metros”. El 26 de mayo un avión de combate ha lanzado un misil que ha caído en el complejo de la escuela provocando fuertes daños.

“El misil ha creado agujeros en el techo de la biblioteca y para empeorar las cosas se ha puesto a llover, y los libros se han mojado”, dice el Obispo. Por suerte, los niños no estaban en la escuela.

 El continuo bombardeo por parte de la aviación de Khartoum en las zonas controladas por los rebeldes del Ejercito de Liberación del Pueblo Sudanes del Norte, han provocado cientos de vidas y han obligado a más de 400.000 personas a huir. Mons. Gassis ha hecho un llamamiento a todas las partes en conflicto para que “trabajen para encontrar una paz duradera”. (L.M.) (Agencia Fides 31/5/2016)

MEXICO: "COMO HERMANOS, TENEMOS QUE RESPETARNOS": LA DIOCESIS DE SAN CRISTOBAL CONDENA LOS ULTIMOS ACTOS DE VIOLENCIA

Chenalhó (Agencia Fides) – “Sentimos que no haya sido el diálogo, sino la violencia y el secuestro de persona el camino que han tomado los autores intelectuales y materiales para tratar este caso. Sentimos que no se haya respetado la sede de la Curia Diocesana, como recinto de búsqueda de paz y de justicia”, afirma el comunicado de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas publicado tras los últimos eventos y que hemos recibido en la Agencia Fides.
 El 25 de mayo se realizó una reunión entre el alcalde de Chenalhó (en el departamento de Chiapas), que no quería dimitir sólo porque lo había pedido la oposición, y los representantes de la oposición, que presentaban como motivación para pedir su renuncia, la mala gestión. Las autoridades religiosas de la Iglesia Católica actuaron como mediadores.


 Durante la reunión, de la que casi nadie estaba al corriente, una docena de personas irrumpieron en los locales de la curia con palos y piedras, amenazando a los presentes, y secuestrando a dos parlamentarios invitados como testigos. Por petición de los secuestradores, el alcalde dimitió para dejar el puesto al representante de la oposición. De este modo los rehenes fueron liberados. En la tarde de ese mismo día, 25 de mayo, y al día siguiente, se produjeron enfrentamientos entre simpatizantes del alcalde y miembros de la oposición, causando 2 muertos y numerosos heridos.

 El comunicado de la diócesis, lanzado este fin de semana, está firmado por el obispo de San Cristóbal de las Casas, S. E. Mons. Felipe Arizmendi Esquivel; por el obispo coadjutor, S. E. Mons. Enrique Díaz Díaz, y por Fray Gonzalo Ituarte Verdusco, vicario de Justicia y Paz. El texto recuerda a los ciudadanos de Chenalhó que esta rivalidad innecesaria, que se remonta a 1997, tiene que terminar, porque “como hermanos, tenemos que respetarnos unos a otros, no hacer daño a nadie solo por pensar diferente a nosotros, y buscar el bien común”. Además el comunicado pide a las autoridades, que intervengan para “no hacer crecer la irritación social que es difícil de controlar”. El gobierno central ha aprobado el envío de un gran contingente de fuerzas de seguridad para hacer frente a la situación. (CE) (Agencia Fides, 30/05/2016)

jueves, 12 de mayo de 2016

JOVENES: ESPERANZA DEL MAÑANA

Por: Hermana Amelia Romo Márquez (Sr. Mellis)
Los niños siempre han sido para mí una gran alegría. Me gusta jugar, hablar y pasar tiempo con ellos. Mi madre me decía que estaba hablando su lengua, como si fuera el balbuceo de los niños cuando empiezan a hablar, porque según ella, yo los entendía  muy bien.

 Hoy, estoy en una comunidad en la ciudad de Isiro, provincia del este de la RDC. Yo soy la responsable de la juventud y de los niños de mi comunidad. La población de Isiro es muy joven, por lo que los jóvenes son numerosos. Desafortunadamente, durante las vacaciones, los jóvenes y los niños pierden el tiempo, porque no hay actividades, excepto las de la Iglesia, que pueden ayudarles a continuar  su formación. Entonces, pensé en dar a los jóvenes y los niños, en los meses de julio y agosto, un espacio en el que puedan aprender actividades que les permita ganar algo para su vida y al mismo tiempo fortalecer los valores, como la cooperación, la fraternidad, el respeto, etc.
 

Un pequeño proyecto se propuso al grupo de nuestra parroquia CPJ (Comité de la pastoral juvenil), y fue aceptado con alegría y  disponibilidad para trabajar juntos y llevarlos adelante. Al principio tuvimos problemas con la misma comprensión del proyecto por los jóvenes, porque era una novedad. Poco a poco se formaron grupos. Las actividades que hemos propuesto y realizado de  las 7:30 am a las 11: 30 am, fueron: películas, juegos, concursos, partido, debates, conferencias, concurso de lectura y cultura,  cocina, talleres de pintura y diseño, ciencias de la computación y costura. Para estar en comunión, hemos elegido un lema: “Juventud: esperanza del mañana” en lengua local “elenge, elikiaa lóbi”.

La alegría, el intercambio, la colaboración, etc. las que se
fortalecieron entre los jóvenes y conmigo, durante estos dos meses me han permitido resumir mi experiencia cada día con las palabras de St. Paul: “Estamos cansados ​​pero felices”, porque por un lado aún había mucho por preparar y, por otro lado, mi alegría fue grande cuando vi a los jóvenes que llegaban cada día con gran interés para continuar a formarse, ver también  la inquietud de los niños a jugar y la satisfacción de ver un número creciente de niños cada semana .

Cerramos nuestras actividades con un banquete preparado a partir de ellos, donde compartimos la alegría de haber vivido estos dos meses juntos.

Estas actividades de verano me han permitido, al mismo tiempo, conocerlos más  a través del diálogo y la cooperación amistosa. Concluyo agradeciendo al Señor por su presencia durante las actividades y, en particular, por la llamada a la vida misionera que me permite hacer visible el Reino de Dios en la tierra.

 

MISERICORDIA EN EL SUR

(Del Eco Católico de Costa Rica)
 
Sin importar raza, nacionalidad o condición, desde el pasado 15 de abril, la zona sur de nuestro país es testigo de cómo se pone en práctica el Evangelio.

Gerardo Mora Pana
gmora@ecocatolico.org
 
“No vinimos para vivir así”… ese es el clamor de cientos de africanos (la cifra no es clara, pueden ser 300 o 500) que llegaron a la frontera sur de Costa Rica hace pocos días.
No es para vivir en la calle. No es para que les regalen comida. No es para tener una batería de letrinas alrededor día y noche. No es para llevar sol, ni para no poder bañarse.
Pero, ¡tampoco vinieron para regresar a sus países de donde escapan de la guerra, de la pobreza, de la muerte!

Su situación se agrava, digamos en términos de legalidad, porque no tienen documentos, no son fácilmente identificables. Esta condición les expone a una condición de vida en el “limbo”.
El Gobierno de Costa Rica ha sido claro en que el camino que sigue para ellos es la deportación, por ello ha buscado soluciones, según fuentes oficiales, para mientras identifican a estas personas, ubicarlos en “centros de atención humanitaria básica y de control sanitario”.
Los migrantes extracontinentales, como se les llama, no quieren ese camino. No quieren devolverse de donde vinieron…
 
¡Rostro de Jesús!

Para el sacerdote Fray Andrés Antonio Ortiz Martínez, franciscano de Cristo Obrero, la crisis que inició el 15 de abril, cuando los migrantes pasaban a suelo costarricense y fueron detenidos por la Fuerza Pública para impedirles el paso, tiene el rostro de Jesús.
“En ese sentido, nosotros lo que estamos haciendo es poner en práctica el Evangelio… ‘tuve hambre y me diste de comer’, ‘tuve sed y me diste de beber’… yo no me fijo si es gente indocumentada, ni en su situación migratoria… me interesa que estas personas puedan tener las necesidades básicas de alimentación y otras condiciones”.
El presbítero es cura párroco en la comunidad de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Agua Buena. Les separan de la zona de crisis 45 minutos… porque el ser cristiano impide cualquier otra barrera.

Ya lo decía el Papa Francisco en su visita a Lesbos el pasado sábado 16 de abril: “Para mí todos los refugiados son hijos de Dios”, ante el gesto que tuvo de llevar al Vaticano 12 refugiados sirios… es decir, no importa credo, raza, condición social…

“El lunes fuimos (18 de abril)… la gente nos pedía agua, protector solar, papel higiénico, toallas sanitarias, pañales, cremas para la piel… la gente de la parroquia ha venido a dar su contribución”, comenta con alegría el sacerdote.

 
Alimentos como arroz, frijoles, productos no perecederos… todo ayuda a esta causa de humanidad.
Al día jueves 21 de abril ya la Parroquia de Agua Buena había repartido 800 almuerzos. Aunque parece insuficiente, la Beata Madre Teresa diría que con una sola gota el mar deja de ser el mismo. Misma acción y palabra que Francisco replicó días antes a miles de kilómetros de distancia, donde de nuevo, Cristo se hacía presente por medio de su Iglesia.

El tema de la migración es un tema que no tiene color, no es exclusivo de una región ni siquiera es por una religión o condición social.
Las hermanas religiosas de Cristo Rey están en la puerta de Canoas, ellas también están ayudando de la mano con la comunidad parroquial de Santa Marta en Ciudad Neily.
 

“Pareciera que esto puede pasar como en Europa. Hablamos de grandes dimensiones de población. En este lado, cubanos y africanos nos buscan como puente para llegar a Estados Unidos, ellos no desean quedarse aquí”, dice Fray Andrés.

Por su lado, el gobierno en su sitio de información oficial www.gobierno.cr afirma que está abocado a definir “todo el proceso de implementación de los sitios adecuados, para ubicar el centro de detención temporal y el centro de atención temporal que se van a instalar, para iniciar los procesos de deportación”.
El propio jueves 21, los africanos no quisieron trasladarse a estos sitios, que en primera instancia era para cerca de 25 niños con sus padres y cerca de 40 mujeres embarazadas con sus parejas. Ellos alegan que están juntos en la causa.
Según el gobierno, en el centro de detención temporal serán trasladadas las personas migrantes irregulares adultas interceptadas en territorio nacional, bajo la administración de la Dirección General de Migración para iniciar el proceso de deportación, de acuerdo con las leyes vigentes. Se afirma que estos centros tendrán “las condiciones para garantizar la dignidad y derechos humanos de las personas migrantes y contará con espacios separados para hombres y mujeres”.

El cura párroco de Agua Buena está preocupado porque afirma que esto es apenas el inicio de una situación que traerá a más gente a vivir estas condiciones. “Vienen de muchos países, ellos quieren llegar a Estados Unidos. Me decían muchos de ellos que agradecen el buen trato que se les ha dado, la solidaridad, que si hay trabajo para ellos, se quedarían aquí, pero que han hecho mucho esfuerzo y sacrificio para salir de África, huyendo del hambre y la guerra y que no quieren volver a esas condiciones”.
 
Llamado a hombres y mujeres de buena voluntad


Desde el martes 19 de abril, en Consejo Presbiteral, el Obispo con sus sacerdotes más cercanos en la Diócesis de San Isidro, trataron el tema de los migrantes extracontinentales.
El Padre Edgar Orozco, Vicario General, afirmó que desde un inicio, e incluso, cuando se dio la situación con los cubanos el año anterior, siempre ha habido anuencia para ayudar. Incluso de parte de la diócesis hubo ofrecimiento de dos lugares para albergar a los africanos.
Desde luego comprenden la situación que el gobierno está analizando, por la condición de falta de documentos e identificación de los africanos.

“Es una situación preocupante, queremos dar vías y alternativas de solución, las hemos ofrecido. Estamos en el Año de la Misericordia, y lamentablemente vivimos una situación inédita con estas personas, pero estamos dispuestos a abrir puertas y corazones”, destacó el Pbro. Orozco.

El lunes 25 de abril, Monseñor Fray Gabriel Enrique Montero, llegó a la Parroquia de Santa Marta de Ciudad Neily donde vio cara a cara este drama humano (Amplio informe en la próxima edición de Eco Católico).
Como lo han afirmado los sacerdotes, el Obispo ha sido claro en que la Iglesia abre sus puertas para buscar soluciones.

“Hacemos un llamado a la conciencia, y en especial a los cristianos, y a todo hombre y mujer de buena voluntad, para que estemos dispuestos a ayudar”, destacó.
El prelado manifestó su apertura a las soluciones que el gobierno está buscando con autoridades internacionales, para también ponerse a disposición como Iglesia.
“Hago un llamado a todos los cristianos de la Diócesis a que tengamos el corazón abierto a esos hermanos y hermanas que están en nuestro territorio. Es un deber el que tenemos de ayudar”.
 
 

50 AÑOS DE LA PRESENCIA DE LAS MISIONERAS COMBONIANAS EN MUISNE (ECUADOR)

Nos escribe la hermana Daniela Maccari misionera Comboniana desde Ecuador, narrando su experiencia durante el terremoto cuyo epicentro fue la Isla de Muisne donde las hermanas tenían una comunidad.

Debía ser una fiesta que había sido preparada con una semana de intensa animación misionera de parte de 12 combonianas, hermanas y novicias que habían visitado tantísimas familias de las diversas comunidades de la parroquia y colegios.  De mi parte había hecho varias entrevistas a personas ancianas que han conocido y trabajado con las misioneras combonianas y otros misioneros durante estos 50 años de presencia (1966-2016).

Muisne es una isla en el Pacifico un poco lejana del continente.  Se llega en pocos minutos con una barca de motor.  Bastó una onda del océano un poco más alta para hacer casi desaparecer este pequeño pedazo de tierra ya que es una planicie de pocos km cuadrados y con una población de 7000 habitantes.

Muisne estaba preparada para celebrar la fiesta de los 50 años de presencia de las Misioneras Combonianas y al mismo tiempo la retirada de ellas de esta misión que les causaba tristeza.
Era casi la hora de la vigilia de oración, la hermana Sara preparaba la iglesia para tocar la primera campana.   Por la mañana habían llegado jóvenes de diversas comunidades y habían vivido una jornada de reflexiones, dinámicas, oración y juegos, animados por dos novicias combonianas: Annarosa y Lulú.


A las 6.58 p.m. todo parecía caerme encima, estaba oscuro.  Las
hermanas se encontraban en el comedor durante la cena y yo me había ido a mi habitación, en casa de los sacerdotes donde me habían hospedado aquellos días.  Éramos justo el epicentro de un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter, que parecía no terminar.

Fue impresionante como en 15 o 20 minutos se evacuó la isla.  Todas las barcas trasladaron la gente al otro lado del continente y de ahí con bicicletas, autobús y todo aquello que se encontraba.  Seis de nosotras nos fuimos al Salto uno de los tres puntos más altos de la zona pues el temor de la gente es que sucediera un tsunami y que gracias a Dios no llegó.

La noche fue larguísima, estábamos con varias familias en un campo y cuatro veces hemos saltado por las réplicas.  Luego empezó a llover y entonces todos nos metimos bajo un techo.  Otras hermanas con los jóvenes y tanta gente llenaron la capilla de Guadalupe en Pueblo Nuevo donde, el domingo por la mañana el obispo Mons. Arellano había celebrado una Eucaristía con un agradecimiento a las misioneras combonianas por su presencia y labor en esa misión.  Toda la fiesta preparada hacía semanas (danzas, cantos, eventos…) se fue al mar…

Regresamos a la isla para recoger nuestras cosas y en fin todo estaba bajo escombros.  Se dice que cerca de 800 casas se cayeron.

La hermana Irene Pinedo aquel domingo, había decidido no regresar a Esmeraldas con nosotras y se había quedado en Pueblo Libre.  Una verdadera inspiración, una puerta abierta para regresar a aquel lugar.

Las tensiones continuaron por las numerosas replicas y… las
dificultades empiezan a surgir en los albergues, campamentos y por el sufrimiento de tantas perdidas de bienes y de personas. En comparación a la destrucción de otras zonas y ciudades, Muisne no obstante que fue el epicentro, se destruyó menos pero lo poco que había era lo que la gente con tanto esfuerzo había construido y ahora se había esfumado.

Un saludo a todos y recuerden a este pueblo y su gente en la oración que está viviendo momentos muy difíciles.

Hna. Daniela Maccari.

LAS OBRAS DE DIOS NACEN Y CRECEN AL PIE DE LA CRUZ

"Las Obras de Dios nacen y crecen al pie de la cruz"

(Emmanuel Barrientos)
La frase que da comienzo a estas breves reflexiones es una de las palabras de Comboni que llevo más profundamente marcadas en el corazón. El santo obispo sabía que la verdadera liberación que trae el Reino nuevo pasa ineludiblemente por la noche de la cruz para hacer que la victoria de la vida resplandezca con mayor fuerza. Me atrevo a decir que fue eso lo que celebramos en la semana dedicada a Monseñor Romero, el triunfo de la vida sobre la muerte y el dolor.

Con ocasión de la llegada de la Reliquia del beato Arzobispo salvadoreño, nuestra comunidad parroquial dedicó unos días para orar, reflexionar y meditar en torno al pastor y mártir Romero de América. Una celebración particularmente especial fue el encuentro de oración ecuménico e interreligioso por la Paz. En él participaron hermanos de diferentes comunidades de fe convocados por  “El que anunció a los hombres la verdadera libertad, llamando a todas las naciones y cada ser humano a la filiación Divina.”

El encuentro quiso ser un testimonio de fraternidad y solidaridad, una evidencia de que es posible un mundo nuevo en donde la justicia le abra caminos a la Paz, en donde se construyan puentes de entendimiento. Donde la diferencia no sea más una amenaza y se transforme en fuente de riqueza. Este encuentro entre hermanos y hermanas fue posible porque la Pascua de Jesús brilló de forma especial en Monseñor Romero, no en vano decía san Daniel Comboni que las obras de Dios nacen y crecen al pie de la Cruz.