jueves, 20 de julio de 2017

FINALMENTE DE REGRESO A ÁFRICA

Por la Hermana Rosa Alba Hernández
Misionera Comboniana

Después de unos años de servicio pastoral y de salud en México y Costa Rica, nuevamente regreso a Africa al pueblo de los Pigmeos.  Comparto con todos ustedes un poco de este lugar y mi experiencia.

Mungbere , es una ciudad situada a 150 Km de Isiro, en la  República Democrática del Congo con una población de 30.000 habitantes y con un nivel de desarrollo muy bajo.

La fuente principal de riqueza es la agricultura, que es su sustento.  Aquí se encuentra una comunidad de 1.200 pigmeos divididos en 29 poblados.  No obstante los progresos logrados, los pigmeos trabajan generalmente para el pueblo bantú ganando un salario minimo en productos, según lo que ha declarado Céline Schimitt, portavoz del UNHCR de la Republica Democrática del Congo.  El nivel de vida es muy bajo y primitivo.

Las hermanas misioneras Combonianas iniciamos en este con una  presencia  en 1972 abriendo una comunidad para dar atención y promover integralmente al pueblo pigmeo a través de los ministerios de la Pastoral: Catequética, Promoción de la mujer, Servicio sanitario: enfermos de SIDA, prevención y acompañamiento. 

Se inició un dispensario siempre para dar respuesta a la necesidad de salud de la población.  Hoy este dispensario se ha convertido en un hospital con 65 camas.  Hay 33 camas en maternidad y pediatría que en momentos difíciles llega a albergar dos niños por cama y 8 incubadoras.   Se atiende enfermedades en general.  El 90% de material y medicamentos llega x avioneta lo que obligó al doctor responsable de acondicionar una pista de aterrizaje que nos comunica directamente con la frontera de Uganda.

El hospital más próximo está a 180km y mal abastecido lo que hace que la gente prefiera venir hasta Mungbere con tal de encontrar los medicamentos. Recibimos tambien gente del Sur Sudan y de Centro África.

Yo trabajo en el almacén central casi a tiempo completo distribuyendo medicamentos y material necesario para la atención del enfermo, desde papelería hasta material de limpieza.  En ciertos momentos me doy mis escapadas para ver algún enfermo en los poblados.  Nuestra prioridad sigue siendo los pigmeos.  En mi comunidad hay otras dos hermanas  que acompañan, una a un grupo de niñas las cuales reciben enseñanza de cosas básicas y prácticas como costura, fabricación de pesares y canastas de paja y el cultivo del campo pues el pueblo pigmeo es una raza todavía nómada en proceso de sedentarización así que cultivan juntos un campo escuela que trabajan el  maíz, mandioca, cacahuete durante el año escolar.

La otra hermana visita los campamentos unos 8 pues hoy están y mañana desaparecen y es a ella a quien apoyo más pues al no tener los conocimientos en el ámbito de la salud debe responder a esta necesidad ya que al vivir los pigmeos la mayor parte de su tiempo en la selva cuando salen, se encuentran generalmente enfermos de cosas serias y claro que sin recursos para atenderse y es cuando acompaño a la hermana para evaluar los casos y ver qué podemos hacer.  La medicina alternativa nos ayuda a reducir los costos pero cuando no se puede hay que llevarlos al hospital donde debemos acompañarlos ya que desgraciadamente no son atendidos.  Al estar con ellos les hacemos sentir su dignidad de personas y se sienten orgullosos  porque la hermana está con ellos.

Las fotografías muestran un poco lo que vivimos y  testimoniamos el servicio que prestamos.
Les agradecemos mucho el interesarse por este pueblo que aun presenta muchísimos retos  en su progreso y les pedimos nos sigan apoyando con su oración, su generosidad y solidaridad compartiendo con un granito de arena de toda la riqueza que Dios les repara para que este pueblo también  algún día alcance su desarrollo integral.

Un abrazo a todos ustedes del otro lado de nuestras fronteras.  
Hna. Rosa Alba Hernández



viernes, 14 de julio de 2017

MEXICO: NO SOLO LAS MARIPOSAS MIGRAN, TAMBIEN LOS SERES HUMANOS

www.vidanuevadigital.com

En un peculiar muro, hermanos migrantes expusieron la difícil situación que viven en su intento por llegar desde Centroamérica a los Estados Unidos.



Con mensajes como: “Migrar no es un delito, hacer emigrar sí”, “Todos somos humanos”, “Saber de dónde vengo sin saber a dónde voy”, “Tu camino empieza sin límites”, “Mis alas y mis sueños rotos” o “Cuando encuentres un migrante dale la mano, es tu amigo, no tu enemigo”, un grupo de migrantes expuso sobre un peculiar muro la difícil situación que viven en su intento de alcanzar el llamado “sueño americano”.

Esta obra se exhibe en el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes de San Luis Potosí, gracias a la colaboración de la Casa de la Caridad Hogar del Migrante (CCHM), dirigida por el padre Rolando Maldonado Salas, y perteneciente a la Cáritas diocesana, con la finalidad de concientizar a los visitantes sobre el drama migratorio.

En entrevista para Vida Nueva Digital México, Geraldine Estrada Rivera, coordinadora de Programas de Cáritas San Luis Potosí, señaló que cada primer jueves de mes el museo organiza una noche astronómica en la que participan más de 500 personas, por lo que se aprovechó el contenido de las conferencias y los videos que se exhibieron, sobre la migración de las mariposas, para hacer conciencia en los visitantes de que también los seres humanos emigran.

Explicó que los directivos del museo tuvieron la idea de invitar a participar a la población que en ese momento se encontraba en la casa del migrante, con la finalidad de dejar plasmado en un muro sus vivencias, e interactuar de esta manera con los visitantes, haciéndolos conscientes de su difícil situación.

“Aceptamos la invitación, pues la idea nos pareció muy buena, ya que este muro les daría la oportunidad de ser escuchados, generar empatía y abrir un diálogo para romper la mala imagen que en ocasiones tiene la gente de los migrantes”.

Acudieron a la cita 13 migrantes de diferentes nacionalidades: hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, así como voluntarios de la Ibero León –quienes viven en el albergue haciendo su Servicio Social–, un seminarista haitiano, y la coordinadora y la administradora de la CCHM.

“Decidimos iniciar el evento con la frase: ‘No sólo las mariposas emigran, los seres humanos también’, para que los visitantes comenzaran a cuestionarse y pudieran entender mejor el desafío que implica la movilidad humana”.



Finalmente, los visitantes se mostraron muy interesados en el muro, y además de conocer de cerca el fenómeno, pudieron darse cuenta tanto del talento de los migrantes, como del amor que sienten por su patria, “aunque ésta no les haya dado la oportunidad de crecer”.

Geraldine Estrada aseguró que un gran porcentaje de la población de San Luis Potosí conoce “en carne propia” los efectos de la migración, ya que muchas familias han experimentado la partida de alguno de sus miembros o de personas cercanas.

Explicó que desde hace varios años el Museo Laberinto de las Ciencias y Artes organiza una “posada” para la población que se encuentra en la CCHM, la cual consiste en un recorrido guiado por todas las salas, una película en tercera dimensión, comida, pastel y piñatas. “Los migrantes se sienten respetados e incluidos, pues muchos de ellos aseguran nunca haber tenido acceso a un museo de este tipo”.

Una Iglesia involucrada

Aseguró que la Iglesia en San Luis Potosí se ha sentido interpelada, y busca responder al fenómeno de la migración, sobre todo la que proviene de centroamericana. “La comunidad de la Iglesia diocesana se involucra de una manera muy activa en las diversas acciones que se requieren para lograr este objetivo”, dice.

De esta manera, la Iglesia en la entidad trabaja de la mano con grupos juveniles, escuelas, autoridades civiles, entre otros, fomentando siempre una cultura de inclusión. “Propagamos el Evangelio que nos llama a amarnos unos a otros sin distinción de credo, nacionalidad o situación, logrando así el principio básico de tender puentes de solidaridad humana y cristiana”.

Geraldine Estrada Rivera consideró que en la atención al migrante es fundamental nutrir y fortalecer el espíritu, pues los recorridos largos y tortuosos que realizan no se los permite. “Por eso mismo, en la CCHM se les ofrecen momentos de oración y la Eucaristía, donde también participan los vecinos del barrio”.

A nombre de la Iglesia potosina, lanzó una invitación a los organismos e instituciones a sumarse a esta labor de inclusión, “un auténtico signo de los tiempos, pues todos, andando juntos en el camino de la esperanza, ya no seremos extranjeros, sino ciudadanos ejerciendo el derecho a migrar”.

EL PAPA FRANCISCO PIDE UN MAYOR RESPETO POR EL MEDIO AMBIENTE

Por Miguel Pérez Pichel

VATICANO, 14 Jul. 17 / 05:54 am (ACI).- El Papa Francisco lamentó “la indiferencia ante nuestra casa común” que ocasiona actitudes irresponsables hacia el medio ambiente, y pidió un mayor respeto por la creación de forma que se avance en la mejora de la calidad del aire y del agua.

El Pontífice realizó estas valoraciones en el mensaje que envió a los participantes en el Congreso internacional “Laudato si’ y Grandes Ciudades” que se está celebrando en Río de Janeiro, Brasil, del 13 al 15 de julio.


El Santo Padre reflexionó sobre las llamadas “tres R” en torno a las que gira su Carta encíclica Laudato si’: respeto, responsabilidad y relación. Son tres conceptos “que ayudan a interactuar de forma conjunta ante los imperativos más esenciales de nuestra convivencia”.

Respeto

“El respeto es la actitud fundamental que el hombre ha de tener con la creación –afirmó el Pontífice–. Ésta la hemos recibido como un don precioso y debemos esforzarnos para que las generaciones futuras puedan seguir admirándola y disfrutándola. Este cuidado debemos enseñarlo y transmitirlo”.


Señaló que “es un deber de todos crear en la sociedad una conciencia de respeto por nuestro entorno; esto nos beneficia a nosotros y a las generaciones futuras”.

En este sentido, citó el caso concreto del agua potable y limpia, “expresión del amor atento y providente de Dios por cada una de sus criaturas” y “un derecho fundamental, que toda sociedad debe garantizar”.

Responsabilidad

“La responsabilidad ante la creación es el modo con el que debemos interactuar con ella y constituye una de nuestras tareas primordiales”, explicó Francisco.

Indicó que “no podemos quedarnos con los brazos cruzados, cuando advertimos una grave disminución de la calidad del aire o el aumento de la producción de residuos que no son adecuadamente tratados”.

“Estas realidades son consecuencia de una forma irresponsable de manipular la creación y nos llaman a ejercer una responsabilidad activa para el bien de todos. Además, comprobamos una indiferencia ante nuestra casa común y, lamentablemente, ante tantas tragedias y necesidades que golpean a nuestros hermanos y hermanas”.

Como vía para promover una cultura de la responsabilidad, indicó que “cada territorio y gobierno debería incentivar modos de actuar responsables en sus ciudadanos para que, con inventiva, puedan interactuar y favorecer la creación de una casa más habitable y más saludable. Poniendo cada uno lo poco que le corresponde en su responsabilidad, se estará logrando mucho”.


Relación

Sobre la “relación” advirtió que el aumento de la población en las ciudades genera sociedades más plurales pero también más cerradas, lo cual genera “una reciente falta de relación”.

“La falta de raíces y el aislamiento de algunas personas son formas de pobreza, que pueden degenerar en guetos y originar violencia e injusticia. En cambio, el hombre está llamado a amar y a ser amado, estableciendo vínculos de pertenencia y lazos de unidad entre todos sus semejantes”, explicó.

“Es importante que la sociedad trabaje conjuntamente en ámbito político, educativo y religioso para crear relaciones humanas más cálidas, que rompan los muros que aíslan y marginan. Esto se puede lograr a través de agrupaciones, escuelas, parroquias, etc., que sean capaces de construir con su presencia una red de comunión y de pertenencia, para favorecer una mejor convivencia y lograr superar tantas dificultades”, concluyó.

ÁFRICA/ZAMBIA - LAS MUJERES, PRIMERAS MISIONERAS AUTENTICAS DE LA FE

Mansa (Agencia Fides) - “Vosotras, las mujeres sois por naturaleza las primeras catequistas que nos comunican la fe y los valores morales desde una etapa temprana de la vida. No se olviden de este singular honor que Dios os ha dado, especialmente a través de la Santísima Madre de nuestro Salvador y las primeras testigos de la tumba vacía y misioneras de la Buena Nueva. La Iglesia y la sociedad en general seguirán mirándoos a vosotras para recibir la buena noticia de que reaviva la esperanza, especialmente en estos tiempos difíciles de dificultades económicas, de degeneración moral, de injusticia y violencia, tanto religiosa como étnica, política y de género”. Así lo afirma el obispo de Mansa, Su Exc. Mons. Patrick Chisanga, OFM Conv, comentando el tema pastoral de la diócesis: “Nosotros somos los misioneros de hoy”.

En la reflexión publicada en el boletín de la diócesis, recibida por la Agencia Fides, el Obispo hace homenaje a “nuestras madres”, llamadas a ser “las primeras misioneras auténticas”, que representan el primer signo de amor y cuidado de Dios en nuestra entrada en este mundo.

El mundo está cansado de tantas noticias como el hambre, la enfermedad, la sangre, la caza de brujas, el odio, la mentira, la intolerancia, el abuso infantil, la infidelidad a los compromisos de la vida y todas las clases de escándalos que nos llegan todos los días. “No hay ninguna razón por la que las 'malas noticias' deban seguir siendo el centro de atención y extendiéndose por todas partes a la velocidad de la luz mientras que 'la buena noticia' es relegada a un segundo plano y/o nunca escuchada – escribe Mons. Chisanga -. Es nuestra responsabilidad como 'misioneros de hoy' trabajar con entusiasmo para difundir la buena nueva de la victoria de la verdad sobre la mentira, del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza, de la humildad sobre el orgullo, de la unidad sobre la división, de la paz sobre la guerra”. (SL) (Agencia Fides 13/07/2017)