Expresemos nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas cristianos perseguidos por su fe. Pidamos al Dios de la vida que los seres humanos no deformemos su rostro de amor, de misericordia y compasión con nuestros actos de violencia, de odio. Dios no es un Dios de muerte, sino de Vida, por eso ha resucitado a Cristo.
“Gran consternación y dolor” ha expresado el Papa Francisco por la “enésima violencia” “contra inocentes cristianos” perpetrada por el así llamado Estado Islámico, luego de que el domingo pasado, se difundieran en internet imágenes de la ejecución de cristianos etíopes en Libia.
En su mensaje enviado al Patriarca Ortodoxo de Etiopía, Abune Matías, fechado 20 de abril, Francisco expresa su solidaridad y asegura su cercanía en la oración ante el “continuo martirio” que sufren los cristianos en África, Oriente Medio y algunas regiones de Asia.
"No hay diferencia si las víctimas son católicos, coptos, ortodoxos o protestantes. Su sangre, la misma en su confesión de Cristo, “es un testimonio que grita para hacerse escuchar por todos los que saben todavía distinguir entre el bien y el mal”: “un grito que debe ser escuchado sobre todo, por aquellos que tienen en sus manos el destino de los pueblos", afirma el Pontífice.
“La alegría” de la Resurrección de Cristo – continúa el Papa – “este año está ofuscada por el dolor”. “Y aun así, sabemos que la vida que vivimos en el amor misericordioso de Dios es más fuerte que el sufrimiento que todos los cristianos sienten, un sufrimiento que une hombres y mujeres de buena voluntad en todas las tradiciones religiosas".
El Papa concluye su mensaje expresando al Patriarca Abune Matías sus “sentidas condolencias”, con un abrazo de paz en Cristo. (Tomado de Radio Vaticana)
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