Siendo una comunidad que ha trabajado durante tantos años en
África en países de donde proceden los migrantes africanos, las Hermanas Combonianas se han movilizado con diversas personas del grupo AMCCOR para estar cerca de las comunidades que están acogiendo a nuestros hermanos africanos sea en Paso Canoas frontera Sur, que en los Chiles frontera norte de Costa Rica.
Hemos podido constatar la gran dedicación que tienen sea el P. Alberto en la zona sur junto con las filiales católicas y protestantes que están apoyando, así como con los frailes franciscanos en la frontera norte. Nos sorprende constatar la poca participación activa de los entes gobernativos como sería la Cruz Roja y otros, así como un apoyo más pleno del resto de la sociedad nacional.
Creemos que uniendo fuerzas podríamos hacer que estos hermanos nuestros fueran acogidos con dignidad y brindarles lo que una persona necesita para vivir dignamente mientras logran seguir su camino ya que su objetivo en ningún momento es quedarse en Costa Rica sino llegar a Estados Unidos.
Sabemos que la frontera con Nicaragua está cerrada y ello ocasiona este problema, pero no podemos quedarnos indiferentes a esta presencia que se torna en un gran reto. Ellos como nosotros son seres humanos que buscan tener un futuro mejor para sus familias y por eso se movilizan, aparte de las guerras y conflictos a los cuales se ven obligados a escapar.
Si el día de mañana tocara a esta nación vivir en semejante situación ¿como desearíamos ser tratados por los demás?
Hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad que son muchas, pues este país es muy generoso, que dejemos atrás las diferencias raciales y religiosas y vayamos al encuentro de estos hermanos nuestros con un corazón misericordioso como nos lo está pidiendo el Papa Francisco en este Jubileo.
Hemos podido constatar la gran dedicación que tienen sea el P. Alberto en la zona sur junto con las filiales católicas y protestantes que están apoyando, así como con los frailes franciscanos en la frontera norte. Nos sorprende constatar la poca participación activa de los entes gobernativos como sería la Cruz Roja y otros, así como un apoyo más pleno del resto de la sociedad nacional.
Creemos que uniendo fuerzas podríamos hacer que estos hermanos nuestros fueran acogidos con dignidad y brindarles lo que una persona necesita para vivir dignamente mientras logran seguir su camino ya que su objetivo en ningún momento es quedarse en Costa Rica sino llegar a Estados Unidos.
Sabemos que la frontera con Nicaragua está cerrada y ello ocasiona este problema, pero no podemos quedarnos indiferentes a esta presencia que se torna en un gran reto. Ellos como nosotros son seres humanos que buscan tener un futuro mejor para sus familias y por eso se movilizan, aparte de las guerras y conflictos a los cuales se ven obligados a escapar.
Si el día de mañana tocara a esta nación vivir en semejante situación ¿como desearíamos ser tratados por los demás?
Hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad que son muchas, pues este país es muy generoso, que dejemos atrás las diferencias raciales y religiosas y vayamos al encuentro de estos hermanos nuestros con un corazón misericordioso como nos lo está pidiendo el Papa Francisco en este Jubileo.
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